viernes, 25 de enero de 2013

P vs NP


(article submitted to publication)

They had style, they had grace

Abstract: si quieres saber de qué va este artículo, habrás de leerlo del principio hasta el final, ¿Por qué debería yo facilitarte el trabajo, so perezos@?

Definición[1]: Petarda= mujer frívola, casquivana, despreocupada, presumida, de poses artificiales y vanidosa.

Ejemplo[1]:
-"Maria Carey es una Petarda, la cantante más Petarda que hay"
-"Pues la Beyoncé no se queda atrás, no..." 


Todo aquel que quiera formar parte de la comunidad del 10% (donde no hay que poner precisamente el diezmo [2] de tu salario para pertenecer a la misma) ha de saber que una propiedad universal [3] de este grupo es la siguiente: cada vez que aparece una diva por algún lugar cerca de la manada, es como si se detuviera el tiempo y todo el espacio visual se reduce a un solo punto, ella, que atrapa los ojos de toda la concurrencia por un tiempo indefinido. El fenómeno es estadísticamente cierto [4] y amerita un estudio en detalle de sus causas y posibles consecuencias.

En general estas divas no aparecen "en persona" por los lugares donde frecuenta la comunidad del 10%, su presencia es más bien facilitada por medio de pantallas de televisión, fotos o posters. El por qué de este interés no es trivial, ya que es sabido -casi por definición- que las fantasías sexuales de la comunidad del 10% no incluyen en general escenas con estas divas.

Una primera especulación es que "uno las mira porque quiere parecerse a ellas". Esta teoría tiene poco sustento, ya que alcanza con darse un paseíto por cualquier bar de osos, daddys, leathers, y otras tribus donde el macho promedio difiere esencialmente en casi todo lo que una diva tiene para ofrecer. En TODOS estos colectivos hay un altísimo porcentaje de fieles admiradores de estas ellas, sin variación estadísticamente observable entre tribus [-1]. Además, los muchachos del 90% también las miran, a veces quizás con mucha más atención y fascinación que toda la comunidad junta, y nadie andaría diciendo por ahí que lo hacen porque quieren parecerse a ellas.
Una segunda explicación viene dada por el llamado efecto "espejo": las miramos porque queremos que ellos -los chicos del 90%- nos miren  de la misma manera que las miran a ellas. Porque sabemos que papá acaba con la brocha de afeitar [4.1] en la boca cuando aparecen ellas en escena, y que el elenco femenino de la familia tiene que irse en silencio a otro lugar para evitar -por comparación- salir perdiendo (aunque en general son solamente ignoradas).

Esta segunda explicación parecería tener un poco más de validez científica, aunque más estudios sobre el tema habrían de realizarse para darle más sustento. Hay otro grupo de mujeres -que de aquí en adelante denominaremos P, (entendiéndose que la letra P es solo notación) que

a) intentan imitar a las divas (que también a partir de aquí denotaremos con NP por contraposición al grupo P) con un resultado cuasi-esperpéntico (cf. la definición dada al principio de este artículo),

b) reciben igual atención y devoción de la comunidad del 10% que las NP.

El motivo por el cual ésto ocurre también es tema de estudio en grupos de investigación en antropología y sociología, y no intentaremos ahondar en el mismo aquí. Basta decir que debería de haber una significativa correlación con el efecto que produce imaginarnos a nosotros vestidos y maquillados como lo haría una NP, y descubrir como cruel resultado que siempre acabamos pareciéndonos a las  Ps con toda esa ropa incómoda y el maquillaje excesivo. Por eso también adoramos a las P s, e incluso las escogeríamos como amigas antes que a las NP s, ya que realmente apreciamos el coraje que tienen al salir a la calle vestidas así, casi exactamente como luciremos nosotros en el próximo baile de carnaval [0.5].


Está claro que las clases NP y P son casi-disjuntas. De hecho, un criterio muy sencillo para distinguir estos dos universos es llevar a la persona en cuestión a tomar el té a tu casa. Si ella es NP, tu papá se atragantará con la brocha de afeitar (has de tener un padre que se afeite con brocha de afeitar para que el experimento tenga éxito) mientras que tu madre y tus hermanas se encerrarán en la cocina a criticarla con saña. Si por el contrario has traído a tu casa a una P, tu padre continuará afeitándose tranquilamente, lo más que conseguirás de él será solo una mirada de curiosidad, pero notarás rápidamente que tu madre y tus hermanas correrán a encerrarse otra vez en la cocina, pero esta vez para reírse a carcajadas "de la cara de ella", a veces acompañadas también por tu padre (para aquellos que no tienen ni padre que se afeite con brocha, ni madre ni hermanas para hacer el experimento, ver [3.14159]).

Una mención especial merecen los elementos de la intersección, que a veces se comportan como P y otras como NP, como las lagartas me soplan aquí atrás. Por ejemplo, la chica que aparece en el video a continuación claramente haría a papá tragarse tres brochas de afeitar, e incluso conseguiría que papá fuera al día siguiente a comprarse la colección completa de sus grandes éxitos (cosa totalmente ridícula porque papá ni siquiera tiene reproductor de CD).

Par contre, uno hace click en el enlace siguiente y se encuentra con un espectáculo dantesco a partir del segundo número 22: ella no tiene la culpa de que la hagan caminar sobre un tablón con esos tacos altos que claramente no están diseñados para caminar sobre ese tablón que encima está en pendiente. Entonces ocurre lo obvio, que pierde el equilibrio y acaba ella en el piso. Pero no se acaba ahí la desgracia, que acto seguido comienza ella a darle un nuevo sentido al verbo "gatear" porque parece que se convierte en uno de esos felinos en convulsión a punto de expulsar una bola de pelos. Una cosa tremenda. Lo que sigue después tampoco tiene desperdicio.

Y pensar que por exposiciones  públicas infinitamente menos vergonzosas que esa muchos adolescentes acaban suicidándose... Este mundo es realmente injusto. El lector interesado en profundizar estos temas puede consultar  [0], [-2] y [5].

Existe un debate a veces acalorado en el seno de la comunidad sobre si este fenómeno de las divas o  NP s no pertenece ya al pasado, que con la globalización y la igualdad entre los sexos ya han dejado o en breve dejará de existir la clase NP, y seremos todas P s. Sustento a esa teoría lo abonan los posters y videos que se exhiben en los bares mencionados anteriormente, donde la mayoría de las NP s que aparecen allí brillaron con luz propia hace 20 años o más.

No es la intención de este artículo profundizar en este tema, sino contribuir con un contraejemplo a esta afirmación. En efecto, en el siguiente enlace se puede ver un ejemplo de "niña de ayer" devenida en  diva recién salida del horno:

Para contribuir a la objetividad de esta contribución, he de decir que yo nunca fui fan de ella. Cuando esta chica apareció en el mercado ([255]), yo era militante de Christina [1.41] (porque hubieron varias Cristinas en mi vida) que venía muy bien haciendo carrera fresca con esos videos repletos de playas y chicos californianos. Y fue entonces cuando apareció esta otra, que la pulverizó con tanta saña que a la pobre no le quedó otra salida que petardizarse para sobrevivir (cf. [2/5]). Así que nunca fue santo de mi devoción la usurpadora. However, estuve obligado a prestarle atención cuando salió al aire este video:
Durante la primer semana del estreno mundial de esta cinta se reportó un incremento del 10% en las poluciones nocturnas de los abonados (masculinos) del canal de música MTV (cf. [-13]). Uno se queda un poco frío imaginándose cómo se miden esas estadísticas, tema que desconozco totalmente, pero al enterarme de la noticia suspendí mi suscripción a ese canal y cambié el colchon de mi cama por uno nuevo y sin cables (cf. [-33]).  A lo que íbamos, que ya en este video puede comenzar a verse la diva que va saliendo de su caparazón, y como toda diva que se precie de tal, ella tuvo que pasar toda una etapa dura de su vida de la que no vamos a hablar aquí porque las NPs solo han de exudar glamur y hacernos olvidar de nuestras penas. Y finalmente acabó  ganándose todo el cariño de toda la comunidad del 10% (incluido el mío) al escaparse en un coche con un osete que comete un acto totalmente ilegal en el estado de California ([1/3]) como es volcarse un cartón de leche sobre el cuerpo mientras se encuentra al volante al final de este video:
(el clip se vuelve más hot sabiendo que el conductor lácteo también pertenece a la comunidad -cf. [1/0]-, y por cierto también hay dudas sobre la pertenencia del que la acompaña más arriba - ver [-1/0]). Pues eso, que la clase NP sigue viva, y creemos (y esperamos) que lo seguirá por un buen tiempo. Pero tal como dijimos antes, no era nuestra intención polemizar sobre este tema, sinó demostrar que NP no es igual a P, cosa que creemos haberlo hecho con éxito en este escrito. Solo hace falta brocha y crema de afeitar, y una familia bien constituída para confirmarlo. QED, y venga ese millón que los necesitamos para sobrevivir ahora que las azules gaviotas [pp] nos han recortado  los fondos de [i+d] !