viernes, 21 de diciembre de 2012

Esperando la Carroza


- ¡Quel tragedie! ¿Pour quoi? ¿Pour quoi?
- Sí, eso es lo que nos preguntamos todos... ¿Pur cuá? Pur cuá? ¡Vayan a verla, que le van a dar una gran alegría





Cada vez que se acerca una de estas tragedias pre-anunciadas como NostradamusRapture Day y ahora la de los mayas que juraron venganza antes de ser casi exterminados hace unos 500 años y parece que no se olvidaron del tema no puedo evitar recordar que mis tías (ambas dos QEPD) tenían guardadas para este tipo de ocasiones especiales unas tablitas de madera que -según ellas- estaban bendecidas por el Papa himself; y que estaban reservadas para momentos de catástrofe muy especial como estos tiempos que vivimos en días como hoy.
Yo nunca vi las dichosas tablitas benditas. Es más, creo que nadie en el entorno familiar sabía de su existencia hasta que una calamidad las expuso a la luz. Que resultó ser que una tarde se fueron a dormir la siesta quizás un poco pasadas del Ponte Vecchio tinto que solían beber durante la comida del mediodía, y el reloj despertador que tenían por ahí cerca se quedó sin cuerda (que era un reloj viejo como todo lo que había por esa casa incluidas sus habitantas). Ellas por supuesto ni enteradas del percance, meta a darle a la siesta de la mona, que se despertaron sobre las 19 hs con la casa toda a oscuras y un silencio sepulcral. Encima para colmo de males se había cortado la luz así que imaginaros la escena: el reloj marcando las 15 hs y todo oscuro alrededor. "La segunda venida de nuestro Señor ha llegado" fue lo primero que se les vino a la cabeza, y ahi fueron inmediatamente, como quien rápido busca el matafuegos más próximo a la vista, a buscar las tablitas benditas para ponérselas alrededor del cuello como escudo protector de vaya a saber qué calamidades iban a caer esa misma noche. Pero no las sorprendió ni nuestro Señor ni su ángel vengador sino mi padre, que se apareció una hora más tarde con una linterna para ver como andaban sobrellevando el corte de luz. Y las encontró  sentadas en la oscuridad total, entabladas, rezando el rosario y preparándose para la buena muerte. 

Siempre me pregunté si ese infeliz episodio no le habrá quitado todo el valor que tenían esas tablitas, que me imagino que Susan Tidad está para cosas muy importantes y si te bendice unos amuletos para usar en caso de extrema necesidad y una va y las malgasta en temas tan banales como un reloj que se queda sin cuerda, que igual a partir de ese desafortunado momento ya dejaron de ser útiles esos artilugios. Que seguro que nuestro Señor si llega a venir en su segunda venida y te pilla con las tablitas usadas y sin haber pasado por la peluquería antes, no te va a dejar subir a la limousine celestial así porque sí. De todos modos, mis tías se murieron de viejas y no hubo tabla que pudiera contra ese maeficio, y años después rebuscando entre sus pertenencias no encontré tabla alguna sino un par de testamentos donde cada una de ellas le dejaba todas sus posesiones a la otra. La jueza que lleva la causa de la sucesión dice que esos documentos no tienen valor y todavía seguimos sin saber quién hereda lo que dejaron en vida. Eso sí, cada vez que se corta la luz en el barrio no puedo evitar sentir un pequeño escalofrío y pensar que la segunda venida ha llegado y esta vez en serio...
De todos modos, esta profecía de los mayas tiene pinta de ser "la posta", ya que los mayas eran muy buenos con los números y si no hubieran quemado todos sus libros y demás documentos sus conquistadores católicos, algo más de insight sobre la catástrofe que se cierne sobre nuestras cabezas seguro que tendríamos. Y si bien el gobierno de los EEUU se esforzó en desmentir la llegada del principio del fin por cuanto medio hubo, yo se de muy buena fuente que incluso enviaron a Jennifer Lopez a hacer un gualicho en las pirámides mayas a principios de este año pero sin resultado alguno, lo cual es mala señal. Ella volvió sana y salva del experimento, lo que confirma que fue es una mala señal...

Yo por las dudas ya comencé a prepararme para el comienzo del final. Y uno no puede evitar ponerse un poco nostálgico cuando se pone en serio con los preparativos. Preguntas zonzas como ¿cuál será el legado mío que quedará? aparecen inmediatamente. Pero está claro que és una pregunta tonta porque no va a quedar nadie para ver ese legado: la profecía dice claramente que se viene el fin del mundo y nos vamos todos con él. Adónde vamos es otra pregunta cuya respuesta las más de 130.000 religiones que andan pululando por ahí hoy en día todavía no se pueden poner de acuerdo. Pero que nos vamos hoy -ponele la firma- nos vamos hoy.


Igual, para alimentar un poco la nostalgia de la pregunta zonza me abrí un perfil en el google escolar para darme alguna idea de cuál habrá sido -cuando deje este mundo material dentro de un rato- mi propio índice de impacto en la humanidad. Y largarás una carcajada cuando veas que con 68 citas, mi obra mas popular es una que quisiera olvidar o recordar -si nos quedara tiempo para recordar antes del fin del mundo que ya se viene en casi nada- como uno de esos "pecados de juventud". No solo por tener que compartir cartel con quien me toca compartir con la autoría de ese trabajo, sino porque se trata de un curioso caso de un artículo que tiene un enunciado trivial del tipo "sea f el germen de una función co-co-coalgebraica co-co-co-compacta, en un espacio de Gil & Bert. Entonces podemos afirmar que 3^2+4^2=5^2". Cuando vi el artículo publicado con un enunciado tan trivial colado por ahí me dio una super-vergüenza-no-ajena; y a lo largo de estos años siempre tuve esa sensación de que alguna vez leería algún comentario del tipo "mirá la clase de pelotudeces que publican en esta revista" Pero resulta ser que no, que nadie se dio cuenta de tamaña barbaridad (porque me tomé el trabajo de ir a leer una por una las 68 citas -que esta espera del fin del mundo maya es larga y literalmente me está matando- y ninguna menciona el tema del enunciado trivial ese) y ahora puedo contarlo tranquilo aquí porque en breve nos iremos todos y me imagino que la calor que se levantará en este planeta cuando llegue la rapture será tanta que todos los microchips de todas las granjas que tiene google por allí y de todos los ordenadores del mundo se fundirán y no quedará rastro alguno de pecado de juventud de nadie.

Lo único que sí me apena un poco es tener que dejar este mundo sin haber revelado al resto de la humanidad mi demostración elemental de ese problema tan importante, que mira tú que hay unos altruístas que pagan un millón de dólares por resolverles algunos problemas a la gente. Matemática para tod@s, que le dicen. Cuando acabé de escribir la resolución de ese enunciado, que me llevó un par de páginas escritas a mano (lo cual es una pena porque yo esperaba que la demostración pudiera caber en el margen de una hoja de libro, pero busqué y busqué y no encontré libro con margen tan grande), se lo llevé a mi asesor contable junto con las reglas del millón para que me aconsejara qué hacer. Mi contador escuchó pacientemente mi demostración, luego se leyó con cuidado el reglamento del millón de dólares. Pasados unos minutos de silenciosa reflexión, se puso a fumar en pipa mientras miraba caer unos copos de nieve a través de la ventana, y sentenció: "yo creo que has de esperar un poco para hacer público ésto. Que la resolución de problemas matemáticos es una 'commodity' que está en alza en estos días, y seguro que en breve los de la Clay van a ofrecer millón y medio por problema." Así que me guardé el manuscrito en una caja de seguridad de un banco de Andorra (incluso fui caminando hasta el principado para que después cuando se filme la película sobre a resolución de este problema tuviera un toque La Novicia Rebelde/Sonrisas y Lagrimas/The Sound of Music, y como que seguro que lo van a filmar en la India por cuestiones de coste, las escenas esas cruzando el tunel del Cadí esquivando los coches al sonido de Bollywood van a ser de muerte). 

También tuve que practicar eso que la gente de los servicios secretos lo tiene bien calado que es a no dar información bajo ningún tipo de tortura. Para ello tuve la valiosísima ayuda de mi marido con quien nos montamos unas escenas super creativas de resistencia a la tortura, donde él me hacía escuchar canciones de Shakira y Alejandro Sanz al mismo tiempo y yo sin soltar palabra. Ni siquiera él sabe cuál es el banco donde está guardado el manuscrito, quizás una media hora antes del rapture se lo digo. Ya me imagino que sonreirá y me dirá con esa seguridad que lo caracteriza: yo sabía  que ibas a seguir mi sugerencia al pie de la letra.
Pues eso, que es una pena que se acaba el mundo y yo sin poder reconstruir esa demostración porque tanta tortura practicamos que cada vez que me pongo a pensar en el problema lo único que se viene a mi cabeza son los acordes de esa canción infame acompañada por la imagen grasienta de la madre del hijo de Piqué. Espero que el fin del fin sea -literalmente- próximo porque ya se me acabaron las ideas para seguir gastando en esta tarde de lluvia. ¿Quizás todavía tenga tiempo para conseguir las tablitas benditas -sin usar, claro-  en ebay?